El Papel de la Lealtad y la Confianza… en la Gestión Política:

La gestión política desempeña un papel fundamental en la sociedad, y es esencial comprender cómo ciertos conceptos, como la lealtad y la confianza, pueden influir e influyen en ella. Entre otros, claramente.

10/18/20245 min read

La gestión política desempeña un papel fundamental en la sociedad, y es esencial comprender cómo ciertos conceptos, como la lealtad y la confianza, pueden influir e influyen en ella. Entre otros, claramente. En este artículo, exploraré cómo el concepto de "lealtad" puede jugar un papel contraproducente en la gestión política, mientras que la "confianza" se construye como un elemento clave para un liderazgo efectivo que plantea un ida y vuelta constante entre los actores que conforman el sistema político y también con una parte de los ciudadanos.

Hace varias décadas que se hace un culto a la “lealtad”. Y considero que como espacio político, a un sector en particular, le ha hecho muy mal hacia adentro, generando divisiones más allá de los intereses particulares. También afectó al resto de la sociedad. Porque algunos embanderados en la lucha contra la corrupción, lograron meter muchos “elefantes dentro del bazar”.

Por permitir, sostener y negociar lealtades, dejaron crecer dentro de la sociedad discursos de odio y resentimiento que fueron creciendo en las pantallas de tv, en los cortes de tik tok y demás redes sociales, que disfrazan o disfrazaron gobiernos probos y competentes mientras generaron saqueo/s y retrocesos en materia de derechos. Algunos autores a lo largo de la historia denominaron a quienes realizaban estas acciones Anti-Argentinas: cipayos, otros traidores y otros más actuales, pro empresarios o libertarios. La bandera de la libertad es un disfraz que esconde el rostro más deleznable en la actualidad y de una parte del peronismo (del pasado): el menemismo y todos sus secuaces al servicio de intereses ajenos a la identidad Argentina. ¿Cómo pudo crecer este sentimiento Anti-todo?. Una respuesta que encuentro es el sostenimiento del valor lealtad. A la vez que se sostenían lealtades insostenibles, se creaba el caldo de cultivo de la denominada “oposición”.

La lealtad, como concepto, en la política se refiere al compromiso inquebrantable que una persona tiene hacia un partido político, líder o causa, independientemente de las circunstancias. Esta lealtad a menudo se traduce en apoyo ciego, sin cuestionar las acciones o decisiones de quienes se siguen. Lealtad se ve como un compromiso pero en los hechos, se traduce en un cheque en blanco. La lealtad en lo social viene a ser lo que la “unidad de mando” en el campo militar.

Un ejemplo claro de lealtad política es cuando los seguidores de un líder apoyan sus acciones incluso si estas van en contra de los principios éticos, valores o los intereses del país…o propios.

Diferente es el concepto de "confianza". Entendida como valor pero a la vez como acción, en la política se basa en la creencia sobre el ejercicio de la integridad y competencia de los líderes políticos. Los ciudadanos confían, tienen la creencia previa a los hechos, en que sus líderes tomarán decisiones informadas y responsables en beneficio de la sociedad. Y si eso no sucede, en algunos casos se lo reclamarán.

La confianza se “alimenta” en y de los resultados.

Contraponiendo Lealtad y Confianza

Quienes sienten lealtad puede ser que los lleve a no condenar acciones de corrupción, ya que esos seguidores pueden encubrir o justificar acciones incorrectas de sus líderes, a fin de sostener el valor que los representa. La lealtad se sostiene a pesar de las acciones.

Sacar a alguien del espacio político, de una fuerza política, en general es visto como signo de debilidad que el adversario utilizará a su favor. La consecuencia es que cuando la lealtad es sostenida a pesar de los hechos, eso no solo socava la imagen de integridad de la persona involucrada, sino que los propios y ajenos lo ven como un mensaje contradictorio que va bajando la vara de esos valores sostenidos hasta ese momento. En los ajenos, además, confirma "la historia" o el cuento que se contaban: "y claro! ¿Cómo no lo van a defender si son lo mismo?".

¿Y saben qué? No, no son todos lo mismo. Nos sirve generalizar para ahorrar en análisis ante cada suceso. Pero cada uno sabe que no es lo mismo. Entendiendo el juego de quién se manifieste oposición, usará eso para su propio juego. Pero si cuando además desde tu lado no pones los límites de hasta donde llega lo aceptado (cuánto acepta la lealtad?) y se lo barre bajo la alfombra…a la larga eso se transformará en hábito y esto creará cultura. Y una de las peores consecuencias de la instalación de una cultura de la lealtad es el silencio de los propios. Lo que sin querer invita a ser parte de eso que los de afuera critican. Y si sos parte…sos lo mismo. Produciendo internamente una contradicción y hacia afuera una ratificación.

Otro juego es el de la confianza. En ella, se observan competencias y luego resultados que son contrastados con la postura particular inicial de cada persona. Algunos confían y después evalúan resultados, otros no confían y por los resultados empiezan a confiar. La confianza también puede ser interpretada como cheque en blanco. Sólo que al inicio. Con los resultados, eso varía. Una relación basada en la confianza va a requerir volver a acordar, reclamar o manifestar las diferentes posturas para restablecer la confianza en caso de dudas.

La confianza aplicada en la gestión política promueve la transparencia y la rendición de cuentas. Porque te pido tu confianza para gobernar y sucede que o se le reclama o se rompe la confianza ante los resultados. Los líderes que gozan de la confianza de sus seguidores son más propensos a actuar de manera responsable y efectiva. La confianza construye una cultura del acuerdo.

¿Cómo se Puede Construir la Confianza en la Política?: La confianza se construye a través de la comunicación abierta, la transparencia en la toma de decisiones y la acción consistente con principios basados en ese valor propuesto. Que en definitiva el ciudadano podrá contrastar con los hechos que observe como resultados de la gestión.

¿Cuándo la Lealtad se vuelve Contraproducente?

La lealtad se convierte en un obstáculo cuando impide que los líderes políticos reconozcan y/o rectifiquen sus errores, lo que puede llevar a la ineficacia y a la consiguiente insatisfacción pública que confluya al agrupamiento colectivo de ideas tergiversadas respecto a esa lealtad inicial que se traduce en pacto de silencio. La falta de condena a lo cometido, en caso de impericia o fraude, hace que se contagie el repudio público, sea usufructuado por la oposición y genere en algunos casos un caldo de cultivo de enojo, frustración que puede decantar posteriormente en odio y violencia.

Conclusión

En la gestión política, la lealtad puede ser valiosa la creación inicial de espacios, en ciertas circunstancias, pero no debe socavar la confianza y la integridad.

En cambio, construir la confianza y relacionarse desde allí como valor y como acción, es esencial para liderar de manera efectiva para generar un círculo virtuoso entre la sociedad y el espacio político. Siendo estos últimos los responsables, en función de la construcción constante de acuerdos, de satisfacer las necesidades de la sociedad.

Preguntas para reflexionar:


¿Puede un líder político ser leal y al mismo tiempo construir confianza?

¿Cómo pueden los ciudadanos contribuir a la promoción de la confianza en la política?

¿Qué implicancias tendrá que los líderes adopten el modelo de confianza en lugar de lealtad para el largo plazo?

¿Se puede jugar el juego de confianza siguiendo con el modelo de gobierno y oposición?